La ministra Irene Montero dice que su modelo para salir de la crisis es la Argentina peronista
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La ministra de Igualdad, Irene Montero, afirma en una entrevista que su modelo para salir de la crisis económica provocada por la epidemia de coronavirus es la Agentina peronista, que bajo el Gobierno de Alberto Fernández se enfrenta a su enésimo default, porque no puede devolver los 57.000 millones de dólares que el FMI le prestó en 2008.
Irene Montero ha realizado estas declaraciones en el programa de radio La Pizarra, que presenta Alfredo Serrano Mancilla, quien fue uno de los principales dirigentes de la Fundación CEPS que recibió más de 7 millones de euros del Gobierno de Hugo Chávez poco antes de la fundación de Podemos.
Después de que se hiciera público el escándalo, la Fundación CEPS se disolvió y Alfredo Serrano montó otro chiringuito, la Fundación CELAG, para seguir cobrando de los principales Gobiernos de la órbita chavista.
En la entrevista, Alfredo Serrano plantea la siguiente pregunta a la ministra Irene Montero: «Después de la victoria de Alberto [Fernández] y Cristina [Fernández de Kirchner] en Argentina, y López Obrador en México, ¿crees que llega una nueva ola progresista para la región o no lo ves con tanto optimismo?».
Pero la ministra de Igualdad pasa a comentar en seguida la situación que sufre España, por no haber comprado material sanitaria para afrontar la epidemia del coronavirus cuando se lo recomendó la Organización Mundial de la Salud (OMS), el pasado mes de febrero.
Irene Montero justifica los errores cometidos del Gobierno culpando al capitalismo y a los mercados: «No puede ser que de repente nos encontremos en una situación en la que los equipos de protección individual para que los médicos y enfermeras se puedan proteger en un hospital no lleguen a un país, porque hay un mercado salvaje y una especulación salvaje con esos productos que son de primera necesidad».
«Pero como no hay una producción nacional suficiente», añade, «y como todos los países están pidiendo todos esos productos a la vez para cuidar a la gente, se produce una especulación vergonzosa en la que al final la especulación y la economía se enfrentan a la vida, eso pone de manifiesto que no es una buena forma de organización social y económica».
Ante estos hechos, la ministra de Igualdad reflexiona que «la economía no es una cosa de expertos que no tienen nada que ver con la política y la democracia, eso era una cosa que aquí en España pensaba mucha gente: que gobiernen los expertos, que las decisiones económicas las tomen los expertos, como si los economistas fuesen una cosa que nada tiene que ver con la democracia o con las instituciones públicas. Creo que eso ha quedado de manifiesto que no es verdad».
Tras demostrar que desconoce el funcionamiento de los mecanismos más elementales de los mercados, Montero añade que «la economía es una forma de organización de recursos finitos para satisfacer las necesidades de todos y todas, y tiene que estar al servicio de la vida, aunque sea para enfrentarse a ella si las reglas de esa economía son incompatibles con que todos y todas podamos vivir con derechos garantizados».
En medio de su verborrea habitual contra el capitalismo, la ministra Irene Montero explica que su modelo para salir de esta crisis es la Argentina peronista de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner: «Hay que mantener la esperanza porque como nos demuestra el ejemplo de Argentina, se pueden construir esas alternativas y esas formas de organización social que no dejan a nadie detrás, que cuando llega un momento difícil ven a un Gobierno valiente poniéndose al lado de la gente».
El Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias ya ha dado los primeros pasos para seguir este modelo y anuncia la puesta en marcha de una «renta mínima vital» de 500 euros al mes, con la que pretenden aprovechar la crisis del coronavirus para comprar votos cautivos. Aunque esta medida no hará sino acelerar la quiebra del Estado, en un panorama en el que una caída de más del 10% del PIB puede provocar un auténtico desplome de los ingresos fiscales. La solución de Pedro Sánchez es pedir un rescate encubierto a la Unión Europea en forma de «coronabonos», que gobiernos como los de Alemania y Países Bajos ya han rechazado.